¿Qué hacer en casos de avulsión dentaria en niños?

1 de enero de 2016

Una avulsión dentaria supone la expulsión de un diente.

La avulsión dentaria se produce cuando un diente sale del hueso en el que está ubicado, debido a un traumatismo dental. En los meses de verano, con los consiguientes días de vacaciones escolares, los niños son protagonistas –a su pesar- de este tipo de accidentes, que obligan a actuar de inmediato. Por ejemplo, por un golpe o una caída.

El caso de la avulsión dentaria en niños es de las pocas circunstancias que, realmente, suponen una urgencia y requieren de la actuación inmediata del especialista en odontología pediátrica. Por eso, es tan importante que los padres reaccionéis con rapidez y mantengáis, en todo momento, la calma.

Pero, ¿qué debéis hacer si vuestro hijo o hija o cualquier niño a vuestro cargo sufre una avulsión dental?

Lo primero que debes distinguir es si el diente que ha sido golpeado es ya un diente permanente. En caso de que sea temporal, no es necesario reimplantarlo.

Acto seguido, debes buscar el diente que se ha caído, pero nunca lo toques por el lado de la raíz. Si está sucio, hay que lavarlo en agua o a ser posible suero fisiológico (sin tocar tampoco la raíz).

En la medida de lo posible, intenta volver a poner el diente al niño en el hueco correspondiente. Para ello, el niño tendrá que morder un pañuelo, por ejemplo, para mantenerlo en su posición adecuada. En caso de que no se pueda, llévalo al centro de urgencias en un recipiente (preferentemente, un vaso de leche o suero).

Si no hay a mano ni suero ni leche, introducir el diente debajo de la lengua para que las fibras del ligamento periodontal no se deshidraten y poder asegurar el éxito del reimplante. Debajo de la lengua hay un conducto por el que la saliva sale prácticamente estéril a boca, de ésta manera el diente tendrá menor contaminación bacteriana. Lo ideal es ponerlo debajo de la lengua del propio niño, pero si el niño está muy nervioso y no hay a mano suero o leche la madre puede introducirlo debajo de la lengua mientras llegan al consultorio dental o de urgencias. 

El tiempo transcurrido entre la avulsión del diente y el acto terapéutico es crucial para el éxito del tratamiento. A partir de las dos primeras horas disminuyen las probabilidades de que ese diente perdure en boca a largo plazo.

En este momento, llega el turno turno del odontólogo pediatra.

Una vez que hayáis llevado al niño a someterse a la intervención para reimplantar el diente, es el momento de los cuidados necesarios, después del trabajo del dentista. En este sentido, es imprescindible llevar diariamente una adecuada higiene bucal: como todos ya sabemos, consiste en cepillarse los dientes, después de cada ingesta de comida; y enjuagarse con el producto recomendado por el dentista, dos veces al día.

Es posible que el dentista vea conveniente algún tratamiento antimicrobiano, así como aconsejar la vacuna antitetánica.

En los días siguientes, los padres o tutores de los niños deben controlar el color del diente y posibles adversidades o cambios en la boca, como inflamaciones, por ejemplo.

Las caídas en bicicleta, un golpe o choque entre dos niños, un balonazo… pueden ser la causa que desemboque en una avulsión dental.

Extrema las precauciones y,

si no se puede evitar,

es imprescindible

que actúes con rapidez:

lo ideal es tener el diente,

de nuevo, en su sitio,

en los siguientes 30-120 minutos.

El éxito de la colocación del diente depende de ello.

Por último, recuerda que, en las semanas posteriores, será necesario acudir a revisiones frecuentes al dentista para examinar el estado del diente y su evolución.

Acude a nuestras Clínicas Reydental para cualquier emergencia o llámanos a los teléfonos 957 460 941 / 957 471 411 / 957 363 318 y pide tu cita para examinar la correcta evolución del tratamiento.

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